Introducción
Un problema que tienen los expertos en pedagogía con respecto a los profesores técnicos es que no tienen “un cable a tierra” que los saque de la teoría y los lleve a la vida real para explicar sus principios al personal técnico, que viene de un mundo práctico y no de teoría, a través de formas sencillas adaptadas a al ser humano promedio. Les gusta hablar en jerga ininteligible.
Paradójicamente, es por la falta de pedagogía de las jornadas que los docentes “sufren” las mismas sin poder entender el sentido práctico de las mismas.
El otro defecto que tienen en modernidad, es renombrar todo para que suene “cool” y reasignar significados cuando sería más simple reconocer que lo que expresan en realidad son ideas que siempre han estado en la comunidad educativa pero que, como todo lo que deviene en constante evolución… cambia y se mejora.
Lo que ahora llaman retroalimentación formativa y antes era auto-evaluación, no es otra cosa que un aspecto de la evaluación que hace foco en la necesidad de generar en el alumno una reflexión de sus aprendizajes prácticos para la vida diaria. Podríamos decir que también intenta que el estudiante visualice su avance al hacerle ver el estado actual de su nivel académico.
Vamos a entrar en el tema
Uno de los aspectos más analizados mundialmente de la crisis educativa actual (agravada por la pandemia) es que todos los sistemas educativos están reflexionando sobre el tipo de conocimiento que se les entrega a los estudiantes.
Dejando de lado todos los aspectos analíticos (para ser breve), se han llegado a estas conclusiones (hay muchas otras, pero me centro en estas):
- La escuela secundaria (así se llama en casi toda América Latina) o Preparatoria da conocimientos que no sirven para el mundo actual (analizado desde el punto de vista laboral). El problema es que los estudiantes lo saben y abandonan en masa los estudios secundarios. Los profes también lo saben, pero no tienen idea de como cambiar. Las autoridades lo saben, pero creen que la mejora de la calidad docente pasa por medidas no-populares como el incentivo docente, crear un sistema de premios por resultados o favorecer la carrera de los que estudian. En otro momento podemos hablar de porqué TODOS se equivocan. Les falta perspectiva y lo que es peor VISION a largo plazo. Todos piensan en terminos de 5 años.
- Las universidades saben que deben reducir contenidos y generar carreras más especializadas porque hoy en día una carrera de 5-6 años es larguisima, teniendo en cuenta que los conocimientos técnicos se renuevan cada 2-3 años, cuando sale un egresado, ya sale con conocimientos VIEJOS y requiere actualización (de ahí el éxito de los Postgrados, Doctorados, Especializaciones o Post-Titulos en general). Actualmente también las universidades han comenzado a dejar de ser garantía en las búsquedas de empleo, porque muchas empresas no sólo requieren un título de base, sino también una especialización. Es decir: los títulos de base han comenzado a ser INSUFICIENTES para el mercado laboral. Esto ha alertado a las universidades a empezar con reformas estructurales en sus carreras en una búsqueda (algo ciega) de actualizar sus carreras para acomodarlas a las necesidades de las sociedades actuales. De hecho ya hay movimientos empresarios que buscan talentos, no certificaciones ni diplomas. Es decir, deciden contrataciones en base a pruebas y no por diplomas. Esto en los círculos académicos de la universidades más prestigiosas ha encendido numerosas alarmas porque demuestra que las Universidades están desactualizadas. Este debate (como tantos otros) aún no se han desarrollado en algunos países subdesarrollados como Argentina (por eso somos subdesarrollados, justamente).
Como las escuelas y las universidades estatales son LENTAS en reaccionar… ha surgido el boom de las instituciones educativas privadas, que históricamente por su administración, manejo, objetivos y reacción, son rápidas en la implementación de respuestas requeridas por la comunidad.
En países como los EEUU no tienen tantos problemas porque la educación de calidad es privada. No entremos en muchos detalles, porque en Latinoamérica sufrimos de muchos ministros tontos que piensan que privatizar la educación es la solución en paises subdesarrollados como Argentina. Además son cobardes, porque no se animan a admitirlo y generan engendros como el proyecto de Ley de Mendoza (Argentina). Bueno... entendamos que son políticos porque no pueden vivir honestamente de otra cosa.
Siguiendo en el tema:
Tenga en cuenta, colega mío, que estamos discutiendo desde hace más de 10 años la necesidad de una reforma educativa sin ser efectivos en llevarla adelante y mucho menos en ver algún resultado de los parches que se imponen sin éxito.
¿Qué sucede en este contexto al que se le agrega la pandemia? Existen algunos problemas educativos que deben resolverse:
- En educación no presencial, no está el profesor presente, que es el punto de referencia del alumno respecto de sus progresos educativos. En presencial, es el profesor el que le va dando a los estudiantes un punto de referencia respecto a sus avances en el curso o materia. Sin el profesor presente, el estudiante no sabe ni tiene referencia alguna sobre cómo es su avance, cómo va la adquisición de conocimientos ni cómo progresa o evoluciona.
- En capacitación laboral, además, los estudiantes requieren saber si el tipo de conocimiento que están recibiendo es útil para el mercado laboral actual y si la aplicación de esos conocimientos les dará habilidades y destrezas requeridas en el mundo del trabajo.
Este aspecto reflexivo de la retroalimentación formativa, justamente resuelve estos problemas.
El alumno es capaz de identificar el estado actual de sus conocimientos según el punto de vista del profesor, lo que le permite reflexionar sobre qué aspectos puede reforzar para mejorar. En cierto modo, le provee de nuevas herramientas para un autoconocimiento objetivo. También le permite comparar esa objetividad con la percepción subjetiva que hace de su propio nivel educativo.
Adicionalmente (pero no menos importante), la rúbrica le da al profesor una perspectiva nueva sobre qué debe reforzar en cada uno de sus estudiantes. Es por eso que muchas veces se asocia la retroalimentación formativa con las rúbricas. Las rúbricas perfeccionan la percepción del profesor respecto al estudiante.
Entre otras
cosas, los estudiantes pueden fallar porque no adquieren el conocimiento,
porque no saben como deben aplicarlo, porque no saben organizarlo bajo un
esquema práctico de uso, porque desconocen que el conocimiento se usa bajo
reglas específicas o porque desconocen que la creatividad nace de la
extrapolación de ideas aplicadas a contextos diferentes y no solamente por
inspiración.Todos estos motivos por los cuales un alumno falla (dicho sea de paso) son fallas pedagógicas docentes pero (antes que se enoje conmigo) ledigo que sucede porque a los docentes se los entrena con pautas que eran buenas en el siglo 19 y no sirven para el siglo 21.
Por qué falla un alumno puede ser respondido en educación virtual no presencial más fácilmente a través de la evaluación por rúbricas. En contextos de enseñanza presencial, el profesor hace este análisis casi intuitivamente a través de la interacción diaria.
Espero que esto te haya aclarado el tema, colega técnico-docente.
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